lunes, junio 25, 2012

Llénate del Espíritu de Vida



bien y mal, nueva y vieja naturalezaRomanos 7:17-25 Así que ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí.  Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no. Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero, eso practico. Y si lo que no quiero hacer, eso hago, ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí.
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí.
Porque en el hombre interior me deleito con la ley de Dios, pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.
¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte?
Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de Dios, pero por el otro, con la carne, a la ley del pecado.
El cristiano tiene 2 naturalezas y al identificarse con la nueva naturaleza nacida del Espíritu Santo dentro de uno entonces se rechaza la naturaleza anterior como algo que no es parte de uno, maligno y que es necesario que sea eliminado, más o menos como un tumor canceroso, nadie considera al tumor como parte de sí mismo, aunque haya nacido de nuestra propia carne, la razón de esto es que el tumor tiene su propio código ADN, una mutación del código genético de la persona, pero ya es un cuerpo extraño, un ser vivo diferente que nos enferma y que es necesario matar antes que se esparza por todo nuestro ser.
De la misma manera  pero a la inversa, dentro del ser humano con un código genético espiritual maligno heredado de nuestros padres  nace un nuevo ser, un ser que lleva el código genético de Jesucristo mismo, engendrado por el Espíritu Santo, el Hombre Interior, y en ese momento el antiguo hombre es considerado muerto, y tomamos la identidad del Nuevo Hombre, sin embargo la parte física, emocional, intelectual aun permanece, la vieja naturaleza aun permanece en pie, nuestro cuerpo aun contiene los mismos pensamientos, concupiscencias y deseos antiguos, pero es considerado como un tumor maligno al que hay que extirpar.

Regla o ley: Si uno se somete a algo o alguien para obedecerle entonces se convierte en esclavo de ese algo o alguien

Rom 6:16-18  ¿No sabéis que cuando os presentáis a alguno como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, os hicisteis obedientes de corazón a aquella forma de enseñanza a la que fuisteis entregados; y habiendo sido libertados del pecado, os habéis hecho siervos de la justicia.

NATURALEZA PECAMINOSA: Def. La ley en nuestro cuerpo, mente y corazón que nos obliga a pecar. La ley del pecado que vive en mi naturaleza aprovecha la oportunidad del mandamiento para despertar la codicia…
Rom 7:8-11  Pero el pecado, aprovechándose del mandamiento, produjo en mí toda clase de codicia; porque aparte de la ley el pecado está muerto.  Y en un tiempo yo vivía sin la ley, pero al venir el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí;  y este mandamiento, que era para vida, a mí me resultó para muerte;  porque el pecado, aprovechándose del mandamiento, me engañó, y por medio de él me mató.
Significa que en mí y en cada ser humano existe una naturaleza pecaminosa que esta opuesta activamente a toda orden dada por cualquier autoridad, especialmente la de Dios.
Si la autoridad, si Dios dice:”péinate” entonces esa parte de mi buscará andar despeinado, Si la autoridad dice: “no vistas de amarillo” entonces esa parte de mise interesará en el color amarillo.
Una parte de mi se opone activamente, motivada por el orgullo a toda autoridad superior…
¿Por qué debo ser libre del pecado?
Ap. 22:14-15: Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.

¿Como puedo ser libre del pecado?

Rom 6:11  Así también, ustedes considérense muertos respecto al pecado, pero vivos para Dios en unión con Cristo Jesús. Por lo tanto, no dejen ustedes que el pecado siga dominando en su cuerpo mortal y que los siga obligando a obedecer los deseos del cuerpo. No entreguen su cuerpo al pecado, como instrumento para hacerlo malo. Al contrario, entréguense a Dios, como personas que han muerto y han vuelto a vivir, y entréguenle su cuerpo como instrumento para hacer lo que es justo ante él.  Así el pecado ya no tendrá poder sobre ustedes, pues no están sujetos a la ley sino a la bondad de Dios.

1.       Considérense muertos al pecado

2.       No dejen que el pecado domine su cuerpo

3.       Entréguense a Dios

5.       Evalúate

Rom 8:1   Ahora,  pues,  ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,  los que no andan conforme a la carne,  sino conforme al Espíritu
Ahora es vital tomar en cuenta que los que están en Cristo Jesús ENTONCES caminan conforme al Espíritu, si yo no camino conforme a lo que Dios manda entonces no estoy en Cristo Jesús sino en la carne, este versículo es descontextualizado y mal interpretado por sectas como Viviendo en Gracia, estas sectas dicen que no importa cómo te comportes porque ya no eres tu sino la naturaleza pecaminosa la que peca y que puedes hacer todo lo que quieras… Contra esto Juan advierte:
1Jn 1:6  Si decimos que tenemos comunión con él y andamos en tinieblas,  mentimos y no practicamos la verdad.
1Jn 1:8  Si decimos que no tenemos pecado,  nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.
1Jn 1:10  Si decimos que no hemos pecado,  lo hacemos a él mentiroso y su palabra no está en nosotros.
1Jn 2:3-4  En esto sabemos que nosotros lo conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: “Yo lo conozco”,  pero no guarda sus mandamientos,  el tal es mentiroso y la verdad no está en él.
1Jn 2:9  El que dice que está en la luz y odia a su hermano,  está todavía en tinieblas.
1Jn 2:15  No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo.  Si alguno ama al mundo,  el amor del Padre no está en él.

4.       Llénate del Espíritu de Vida

La ley y la naturaleza pecaminosa del hombre se vuelven muertas, inefectivas, inútiles, sin poder mediante el cuerpo crucificado de Jesús
Rom 8:2  Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.
Rom 8:11-14  Pero si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que habita en vosotros. Así que, hermanos, somos deudores, no a la carne, para vivir conforme a la carne, porque si vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.

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