miércoles, febrero 15, 2012

CONFENSANDO LA PALABRA DE AUTORIDAD



Lucas 7:1/10
La Palabra de Dios tiene un poder creativo sobrenatural, y no esta limitada por el tiempo, las distancias o las circunstancias. Una vez que la palabra sale de la boca de Dios, no puede regresar a él, hasta que haya cumplido el propósito para la cual fue enviada. ( Isaías 55:10/11).
El hombre creado a la imagen y semejanza de Dios, también tiene poder creativo a través de sus palabras. La muerte y a vida están en poder de la lengua, dice el proverbista, (18:21). Las palabras negativas cargan el ambiente de pesimismo, las palabras de fe, producen un ambiente creativo y de posibilidades.
Dios le confió Su autoridad a Adán, para que gobernase sobre la creación. Adán tuvo que darle nombre a todos los animales. (Génesis 2:19).
Usted tiene el poder para darle nombre a los días, a su hogar, a sus hijos, a su trabajo, a su salud, a su economía, etc.
Una de las maneras como el hombre transmite la autoridad de Dios, es a través de sus palabras. Eso lo vemos a través del profeta Jeremías (1:9/10).
Jesús recuperó la autoridad que Dios le había confiado a Adán y que éste entregó en manos del enemigo por causa el pecado. Por esto antes de partir al cielo llamó a sus discípulos y les dijo: Toda potestad (autoridad) me es dada en el cielo y en la tierra. Esa autoridad de Dios ahora está en manos de cada creyente.
El pasaje que leímos nos enseña como podemos conquistar un milagro confesando la palabra de autoridad:
v-2. El siervo de un centurión, estaba enfermo y a punto de morir. Una situación muy común hoy en día. Personas de todas las edades que están postradas en casa por una enfermedad o por un problema. Muchos quizás ya han sido desahuciados y les ha dicho: No hay nada que hacer. Esto no tiene remedio. Esto se acabó. Algo que he aprendido por la Palabra es que Dios es especialista en casos terminales. Donde el hombre dice: Ya no se puede hacer nada, Dios dice: Yo puedo hacerlo todo.
v-3. Cuando el centurión oyó hablar de Jesús. Hubo una luz de esperanza para ese enfermo…El centurión amaba a su siervo y no quería dejarlo morir. Seguramente había gastado dinero en buscarle una ayuda, pero no había dado resultado.
Entonces oyó hablar de Jesús. Pienso que el mensaje que la gente más hablaba de Jesús era: El sana a todos los enfermos. Todos son sanados por él. Y esto encendió la llama de la fe en el centurión.
Cuando hay un enfermo una dificultad en casa, los parientes y amigos buscan cuanta ayuda sea posible. Uno acude a todos los lugares, con tal de hallar una salida, pero muchas veces la situación en lugar de mejorar, se empeora…
v-3. Le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese y sanase a su siervo. Noten ustedes que el enfermo no vino a Jesús, porque no podía. Y quien solicitaba el favor tampoco se presentó a Jesús. Unos amigos vinieron a interceder ante Jesús. La oración que usted hace por otros, se llama intercesión.
v-6. Y Jesús fue con ellos. Ante una necesidad, Jesús está disponible las 24 horas del día, los 30 días del mes y los 365 días del año. ( Mateo 8: 6). Pero cuando no estaban muy lejos de la casa, el centurión vino a él y le dijo: Mi criado está postrado en casa, paralítico y gravemente atormentado. La respuesta de Jesús fue. Yo iré y le sanaré.
v-9. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra y mi siervo sanará…porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo bajo mis ordenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven y viene; y a mi siervo haz esto, y lo hace.
Este hombre tenía entendimiento sobre como opera la autoridad. Todo está bajo autoridad. Yo tengo autoridad, porque estoy bajo autoridad. Entendió que así como la autoridad funciona en lo físico, también funciona en lo espiritual.
El centurión reconoció la autoridad de Jesús y de sus palabras, por eso le dijo: No hay necesidad que desciendas a mi casa: SOLO DI LA PALABRA, y mi siervo sanará.
v-10. Al oírlo Jesús, se maravilló de él. Se maravilló de la confesión de fe de este hombre, por eso dijo: Ni aún en Israel he hallado tanta fe. Entendió que la palabra de autoridad, no esta sujeta al espacio o al tiempo, trasciende fronteras hasta llegar a su objetivo.
El Salmo 107:19, dice que cuando Israel estaba en angustia y afligidos Dios envió Su palabra y los sanó, y los libró de su ruina. El Apóstol Pablo dice: Cerca de ti está la palabra en tu boca y en tu corazón, sólo di la Palabra con fe, y el milagro se hará una realidad.
v- 13. (Mateo 8). Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste te sea hecho. Jesús desató Su autoridad y el milagro sobre la confesión del centurión. Ve y como confesaste creyendo te sea hecho…
* Y su criado fue sanado en aquella misma hora. La biblia nos enseña que Jesús es la máxima autoridad de todo el universo. Filipenses 2:9/11. dice:
Quiero darles tres ejemplos de cómo la palabra de autoridad funciona en todas las áreas:
1. Ante los demonios y las enfermedades. ( Mateo 8:16/17). Y con la Palabra echó fuera los demonios, y sanó a todos los enfermos.
2. Ante las tormentas. (Mateo 8:23/27). Reprendió el viento, y le habló al mar: Calla enmudece, y al instante se hizo grande bonanza.
3. Ante la higuera y los montes. (Mateo 21:18/22)
La palabra de autoridad es ante todo una palabra de fe. La autoridad de la palabra está en la fe con la cual se confiesa.
Hay dos elementos que roban la autoridad en sus palabras y en sus confesiones:
* La duda y el pecado. Usted debe estar bajo autoridad para ser autoridad.