jueves, enero 29, 2015

Mateo 4:1

"Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo". 
San Mateo 4:1

En este pasaje, leemos el relato de la tentación de Jesús en el desierto. La Palabra dice que fue tentado cuatro veces seguidas. Cuántas veces nos sucede una desgracia o enfrentamos un problema y luego aparece una sucesión de dificultades que nos abruman y nos sentimos realmente desolados. El sol abrasador de la prueba nos hace atravesar el desierto donde nos sentimos solos donde las fieras y las tinieblas nos llenan de temor. Es alentador saber que Jesús pasó por esa experiencia y, por lo tanto, nos comprende en medio de nuestra dificultad. Pero lo maravilloso es saber que Jesús salió airoso, vencedor de esa circunstancia y por ello nos puede ayudar a vencer también hoy. El relato termina diciendo que los ángeles vinieron a servirle. 
Cuando vencemos la tentación, cuando no aflojamos en la "seguidilla" de golpes, cuando vencemos; las bendiciones comienzan a venir en abundancia. Los ángeles nos sirven los manjares celestiales que alimentan nuestra alma y nos dan nuevas fuerzas para seguir. 
Si usted está atravesando algún desierto, sea fiel. El Señor está a su lado y los ángeles ya preparan la victoria.

Tito 3:2

"Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres". 
Tito 3:2

Cuando escucha la palabra "amable", ¿qué es lo primero que viene a su mente? Seguramente que piensa en alguien agradable, complaciente, que produce paz y armonía donde se encuentra, precisamente. Cuando hay amabilidad y buena disposición entonces se crea una atmósfera donde trabajar y convivir es un placer. Por el contrario, si estamos siempre tensionados, en actitud de desconfianza, y a la defensiva el resultado será irritación, nerviosismo y agotamiento.
Nosotros como hijos de Dios que hemos sido iluminados con la luz de Jesucristo y dado que Su paz gobierna en nuestros corazones, podemos de verdad ser aquellos hombres y mujeres que pueden ser "amables". La amabilidad debe ser para los hijos de Dios una forma de vida o sea una santa costumbre.
La Sagrada Escritura dice: "amables mostrando toda mansedumbre para con todos", o sea que la responsabilidad cae sobre aquellos que hemos conocido el poder de Jesucristo, y hoy podemos demostrar una nueva vida.
Propongámonos con la ayuda del Señor a ser amables con todos, agradables y corteses en nuestro trato diario, demostrar genuino interés por los que nos rodean y veremos que esta conducta obrará maravillosos cambios no sólo en nuestras relaciones, sino también en nuestro estado de ánimo y en nuestra salud.

Éxodo 14:14

"Jehová peleará por vosotros y vosotros estaréis tranquilos." 
Éxodo 14:14

Dios no puede obrar mientras estamos en un estado de agitación interna, o una quietud externa, forzada, que sólo significa ansiedad contenida. La vida muchas veces nos trae grandes problemas que nos quitan no solo la calma, sino los deseos de seguir viviendo. Nos encontramos sin fuerzas para luchar. Qué hermoso es saber en esas circunstancias que el Señor peleará por nosotros, si nos ponemos en sus manos. Después que hemos hecho nuestra parte, se nos dice que nos quedemos quietos y veremos la salvación del Señor. El peleará por nosotros, si mantenemos la paz. Esta invisible presencia removerá del camino las dificultades que parecen insuperables, sólo con la condición de que confiemos en quietud. Nuestra ansiedad impide el mover de Dios para nuestra liberación. Debemos recibir la paz, esa paz que viene con la convicción de que Dios el Padre, tiene todo bajo control. Confíe en Él, Él hará. 

Éxodo 31:3

"Y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia" Éxodo 31: 3

Todos necesitarnos sabiduría para manejar los asuntos de nuestra vida. Hay momentos cuando no sabemos qué hacer, adónde ir, qué decir, ni siquiera qué pensar. Si compartimos nuestro desconcierto con otras personas, cada una tendrá un consejo diferente para darnos. Si escuchamos a todos sólo conseguiremos confundirnos más. Podemos encontrar consejos sanos en la gente que nos rodea; también hay libros que tratan distintos temas y pueden orientar pero, en definitiva, somos nosotros, personalmente, los que debernos tomar las decisiones y determinar el curso de nuestras acciones. Qué maravilloso es saber que tenemos una fuente inagotable de sabiduría a nuestra disposición. Cuando Moisés, el siervo de Dios y líder del pueblo de Israel, tenía que construir el Tabernáculo (una especie de capilla de campaña que los israelitas usaron mientras cruzaban el desierto), Dios llenó de Su Espíritu de sabiduría e inteligencia a un hombre, llamado Bezaleel, para que realizara el trabajo. ¿Qué decisión debe tomar? ¿Para qué necesita sabiduría? El Espíritu del Señor está en nosotros para guiarnos. Cuando más aprendemos a escuchar Su voz, más fácil se nos hace confiar en Él y tomar las decisiones sin equivocación.

 
Señor Amado: Qué sensación de paz da el saber que Tú pones en mí el Espíritu de sabiduría y me guías en las grandes decisiones de la vida, como también en las pequeñas. Recibo ese poder ahora, recibo la iluminación Divina y te doy gracias, Padre, en el Nombre de Jesús. Amén.