lunes, octubre 05, 2015

DIETA DE PALEO / Men'sHealth

La dieta paleolítica, una opción que no está reñida con el placer.

Las reglas de la dieta paleolítica son bastante simples: están permitidos los alimentos no procesados como frutas y verduras, pescados y carnes, huevos, nueces y semillas, al igual que en la edad de piedra. Están prohibidos los lácteos, los cereales y panificados, las legumbres, el azúcar y todos los aditivos artificiales. En cuanto a las grasas, hay que evitar las muy procesadas. 

La dieta lleva el nombre de la era paleolítica y su objetivo es atenerse a estas reglas para mantenerse sano y en forma. Sin embargo, quienes se aventuran con esta dieta suelen preguntarse: "Puedo comer carne, pescado, huevos, ensalada. ¿Y entonces? ¿Qué hay con el desayuno si los cereales, la leche y el yogur están prohibidos? ¿Funciona la dieta paleolítica si no se comen carnes y pescados? ¿Y qué hacer cuando siento la necesidad de comer algo dulce?".

Los nutriólogos advierten que, cuanto más se limita el abanico de alimentos, más difícil es brindarle al cuerpo los nutrientes necesarios. Si bien evitar los productos industriales y comer más frutas y verduras es bueno, quien evita las harinas y los lácteos y por ende consume menos fibras y calcio debe estar atento a obtenerlos a través de otros alimentos.

Quienes siguen esta dieta afirman que si se quiere comer algo dulce por la mañana, se pueden consumir frutas y algunos chips de coco y regar todo con leche de coco o de almendras. Quienes prefieren una comida más fuerte por la mañana pueden comer huevos. También se pueden mezclar las dos cosas y comer un revuelto con frutas, una opción mucho más deliciosa de lo que se puede imaginar en un principio.

Lo importante es que la alimentación no se vuelva monótona. El pescado y las carnes pueden prepararse de varias formas distintas. Una opción es una hamburguesa en la que el pan se reemplaza por rodajas de ananá, lo que le da un sabor agridulce. Sin embargo, no hay que excederse con el consumo de carnes rojas para no exagerar con las grasas saturadas, la purina y el colesterol. Además, no está claro si una dieta alta en proteínas es buena a largo plazo para la salud.

Si bien la carne es muy importante para muchos seguidores de la dieta paleolítica, ésta también es apta para vegetarianos. Hay varias opcciones como curry de espinacas, ensaladas o sopas de zanahoria con jenjibre y cerezas.

¿Y qué hacer cuando las ganas de comer algo dulce son irrefrenables? Ceder. Pero de acuerdo con las reglas de la dieta, es decir, sin que lo que se consuma tenga azúcar industrial. Se puede, por ejemplo, preparar un helado casero con bananas y leche de coco. O hacer gominolas dulces con frutos rojos, jugo de limón, agua, gelatina y miel. O pequeñas trufas con higos, almendras y avellanas, a las que se puede espolvorear con coco rallado, semillas de amapola o almendras picadas.

Los especialistas advierten que la dieta paleolítica no significa necesariamente una renuncia, ya que permite probar nuevos sabores en los que es posible encontrar placer.

La importancia de desayunar cada día ¿Entrenar en ayunas o no


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entrenar-ayunasEntrenar en ayunas es una práctica ya habitual entre los que hacemos deporte. Como a mi me cuesta desayunar al levantarme, soy un búho típico, no me cuesta entrenar sin comer nada si voy a nadar, me basta con beber agua con limón para ir a nadar a primera hora, si desayuno algo más, voy revuelta en la piscina, con ganas de vomitar y me faltan ganas para nadara. He probado a correr en ayunas y me cuesta un poco más, sólo me funciona si voy a hacer 30 minutos de cambios de ritmo o cuestas, aunque la mayoría de las veces me tomo una manzana antes de salir, algo llevo en el estómago.

Cuando empecé a entrenar con boxeadores aprendí mucho con ellos, especialmente a la hora de perder grasa y ganar músculo. Fueron ellos a los primeros que ví entrenando sin desayunar, al estilo Rocky, corriendo con el primer sol y luego al gimnasio a hacer pesas. Los entrenadores y los púgiles buenos saben bien como funciona el cuerpo. Y de sus métodos de dieta y entrenamiento se originan muchas corrientes de fitness y nutrición que parecen algo nuevo, cuando llevan años funcionando para ellos, desde la cada vez más popular costumbre de entrenar sin desayunar para quemar grasas a la dieta de pollo y piña para ganar músculo.

El origen de este post es que acaba de llegar a mis manos un estudio publicado en la Revista Española de Cardiología, que alerta del riesgo cardiovascular de no desayunar cada día. Después de analizar la dieta de 181 personas ingresadas por infarto en el hospital San Juan de Alicante y el Hospital General de Valencia, han encontrado que un 42% de ellos no desayuna o lo hace inadecuadamente, son más fumadores, más sedentarios, pican más y consumen más grasas y menos pescado. Este estudio se suma a otros anteriores que han demostrado que las personas que no desayunan tienen una incidencia de infarto de hasta un 27% más que las que sí desayunan. En este estudio se ha trabajado con personas no deportistas, con infarto o problemas cardiovasculares, así que no es extrapolable a las personas deportistas como nosotros.

En el estudio, el Dr. Alberto Cordero de la Unidad de Hemodinámica del Hospital de San Juan en Alicante explica que el desayuno forma parte de los ciclos circadianos del organismo, es decir, un ciclo biológico que abarca las 24h del día, dentro del cual se segmentan las horas de sueño (8h) y las de vigilia (16h). Cuando nos levantamos, el cuerpo se pone en marcha, se activan los ciclos de cortisol –responsables del aumento de la presión arterial y de los niveles de azúcar por la mañana-, y es el momento en el que hay que subministrarle al cuerpo sus necesidades, idealmente tras la primera media hora. Solo por el hecho de activarnos y de ponernos en pie ya se ponen en marcha estos ciclos circadianos, y el desayuno forma parte de ellos. Cuando no desayunamos retardamos el periodo de saciedad y no proporcionamos la ingesta calórica que el cuerpo necesita para su correcto funcionamiento, de modo que alteramos el ciclo biológico marcado por el propio organismo.

grafica, desayuno-glucosaLa omisión del desayuno provoca que el cuerpo active otras vías metabólicas y recurra a otras reservas de energía no adecuadas, liberando ácidos grasos depositados en el hígado y en los músculos. Así, y según cuenta el Dr. Cordero, el hecho de no desayunar hace que el cuerpo no segregue suficiente insulina –la hormona responsable de reducir los niveles de azúcar en sangre-. Además, los ácidos grasos circulan libremente por la sangre y, aunque suplen de manera temporal la falta de energía proporcionada por la ingesta de nutrientes, son altamente tóxicos para la pared vascular y están relacionados con la aparición de diabetes, cuyo riesgo se puede llegar a triplicar si no se desayuna.

Los resultados de este estudio han llevado a la SEC a resaltar la necesidad de desayunar correctamente cada día. El desayuno es una de las principales ingestas del día, ya que está precedida del período más largo de ayuno y reposo, y se considera la comida que más potencia la saciedad. “Tras este periodo de descanso, el cuerpo está más preparado para absorber mayor cantidad de nutrientes. Por ello, y viendo los malos hábitos de los pacientes analizados en este estudio, es muy importante incidir en la educación de la población, tanto en los que presentan problemas cardiovasculares como los que no, para que adquieran el hábito de sentarse diez minutos cada día para desayunar”, explica el doctor.

iStock_000038572716_SmallEl desayuno ideal no debe contener sólo líquido (café o té) sino que debe estar acompañado de alimentos sólidos. Así, se considera un buen desayuno aquel que contiene los aportes nutricionales necesarios para el organismo tales como:

– Proteínas e hidratos de carbono de absorción rápida: pan, tostadas, cereales o galletas integrales
– Lácteos: leche, café con leche o yogurt (se pueden sustituir los lácteos por té)
– Vitaminas: consumo de frutos secos y frutas -ya sea en forma de zumo o fruta fresca-.
– Fibra: pan integral, cereales y fruta

Para aclarar dudas sobre entrenar en ayunas, he llamado al Dr. Emilio Luengo, responsable de actividad física del Programa de Empresas Cardiosaludables (PECS) de la Fundación Española del Corazón (FEC) y consultor en Fisiología Cardíaca del ejercicio en la Sociedad Española de Medicina del Deporte.

Quería conocer su opinión sobre los riesgos de la práctica de entrenar en ayunas que se ha extendido entre deportistas, bien para conseguir quemar más grasas para adelgazar o para activar las vías de movilización de grasa como combustible durante el ejercicio.

Esta es su respuesta:dr. emilio luengo
“Yo no soy partidario de recomendar entrenar en ayunas, ni en personas entrenadas o no, porque aunque no hay evidencias sólidas de que entrenar en ayunas produzca riesgos cardiovasculares, sabemos que el corazón necesita glucosa en forma de ácido pirúvico y oxígeno para trabajar eficientemente, y si se entrena sin desayunar, el corazón no tiene energía y debe recurrir a sus reservas, lo que en personas bien entrenadas suele ser fácil, pero en las no entrenadas puede producir otras alteraciones no cardiovasculares como hipoglucemias, vómitos, dolor de cabeza, etc.

Aunque no hay datos sólidos sobre que al hacer deporte en ayunas se pueda producir en personas mayores de 35 años una enfermedad coronaria y en menores de 35 años, una arritmia maligna, que son las alteraciones cardiovasculares más habituales, no recomendaría hacer ejercicio en ayunas porque estarían consumiendo sus reservas para tener energía, y aunque algunas personas movilizan muy bien sus reservas y consiguen suministrar azúcar al corazón durante el ejercicio si están entrenadas, otras personas experimentan alteraciones como hipoglucemia, vómitos, dolor de cabeza, etc., que no están relacionadas con el corazón.”

2a9d4d9c8b72a0007fd77f2e3b7eb56cPersonalmente, para mi entrenar en ayunas tiene utilidad dentro de un contexto y si se hace de forma inteligente y no habitualmente.

Por la parte práctica, ir a nadar sin desayunar cuando te cuesta madrugar es una forma de dormir un poquito más. Si voy a entrenar muy temprano y no tengo hambre, puedo hacer entre 30-45 minutos sin desayunar, pero voy hidratada con agua y limón o un té con limón (agua, cafeína, vitamina C y ácido cítrico, no sé si a eso se le puedo considerar ayuno o no…

Curiosamente, a mi el hambre me da un toque ‘rápido’, supongo que porque quiero acabar cuanto antes para ir a desayunar, y cuando tengo hambre me pongo de mal humor, y esa energía negativa la elimino entrenando, pero estoy hablando de tiempos cortos, más de una hora me da el bajón y se acaba el subidón.

Si quiero perder grasa, para mi entrenar en ayunas no funcionaría, porque no podría entrenar más de 45 minutos o lo haría a un ritmo lento y con hambre, y al llegar a casa, devoraría de todo y sin control, antes incluso de ducharme. Tendría que tener un control férreo sobre lo que como después de entrenar en ayunas, y eso no me ayudaría a perder grasas al final.fasting-breaking-the-fast

En conclusión, como siempre digo, cada persona es diferente. Lo que vale para un atleta bien entrenado no vale para otro igual de bien entrenado, así que menos vale para los que entrenamos en plan popular. Hay que probar cada cosa e ir aprendiendo como funcionamos.

Conozco a triatletas de Ironman que entrenan en ayunas 2-3 veces por semana, incluso en tiradas largas, porque es una forma de entrenar la movilización de las grasas durante el ejercicio, su cuerpo aprende a recurrir de las reservas de grasa con eficacia y rapidez. Ellos saben y se conocen, al resto nos da una pájara en bici que nos deja tirados en medio de la carretera, por eso no soy partidaria de hacer experimentos drásticos, al menos si vas sólo en bici, que menos que llevar algo de comida y tener a mano un compañer@ por si nos da un mareo.

La elíptica: la mejor aliada del corredor


Fran Torralba - 14/03/2014

Sportlife

La elíptica puede ayudarte a no lesionarte ni saltarte tu plan de entrenamientos para una carrera, aunque los días sean cortos o el tiempo malo. Al no tener impacto no es lesiva, protege los tendones y además trabaja muscularmente ángulos muy parecidos a los de la carrera (por eso la transferencia es muy buena), pero no sobrecarga tanto, por lo que la recuperación es más rápida.

Este moderno artilugio se ha puesto de moda en los últimos años y tiene su porqué, de hecho cada día más atletas de alto nivel lo utilizan, como entrenador lo recomiendo a todos mis runners ya que aporta muchos beneficios, como veremos a continuación.

En primer lugar, la elíptica de cara al running es un elemento muy válido, ya sea como recuperador de una lesión, ya sea como ayuda activa en entrenamientos.

A nivel cardiovascular se trabaja con parámetros muy parecidos a los de la carrera, la transferencia a la carrera por otra parte es muy buena, de hecho atletas de élite cada día usan más este medio para completar entrenamientos o sustituirlos.

Los entrenos en elíptica son muy parecidos a los que hacemos en el running, únicamente que no entrenamos por distancias, sino por tiempos. Transferimos  los tiempos del entreno normal al entreno con elíptica es decir, si tenemos una hora de rodaje realizaremos una hora u hora y diez minutos con la elíptica. Al principio debemos de habituarnos a trabajar encima de ella pero en poco tiempo nos habremos adaptado, lo ideal será no bracear agarrados a los "cuernos" de la elíptica, es mejor agarrarse a las asaderas inferiores, las zancadas deben de ser lo más naturales  posibles, estando cómodos y sin forzar la posición. A la larga debemos intentar "correr" en la elíptica sin apoyarnos con las manos, es decir correr de forma natural y sin agarrarse a ningún implemento, esto nos va a llevar algún tiempo pero al final lo conseguiremos sin ningún problema.

Al empezar a entrenar con la elíptica debemos ir poco a poco adaptándonos como en la carrera a pie, es posible que al principio se nos carguen los metatarsos. En parte es normal , es por la posición permanente de los pies dentro de las estriberas, al poco tiempo de utilizarla nos acostumbraremos y esos dolores suelen desaparecer, debemos entrenar con una resistencia mínima y mucha frecuencia, eso sí, que sea fluida y cómoda. Las primeras sesiones nos costara adaptarnos unos minutos, pero veréis como al poco tiempo estáis ya entrenando cómodos y a gusto encima de ella.

Cuando realizamos este tipo de entrenamientos es conveniente usar un pulsómetro sobre todo al principio, para contrastar las sensaciones que nos va a dar la elíptica y así poder regular y adaptar el entreno al esfuerzo que estemos buscando en cada momento, está claro que dependiendo del nivel del runner y de las prestaciones que nos pueda dar la elíptica (no todas son iguales, y las hay de diferentes niveles y calidades) podremos exprimir más o menos nuestros entrenamientos.

Lo que sí que tenemos que tener claro es que debemos trabajar la frecuencia que debe de ser rápida y actuar con poca resistencia, esa va a ser la base de nuestro trabajo, a medida que entrenemos con ella el organismo más se va a adaptar y tendremos que incrementar la resistencia, pero a no ser que estemos trabajando un entrenamiento específico de potencia, nunca debemos trabajar con grandes cargas de resistencia, buscaremos siempre una frecuencia rápida y fluida en el movimiento. Al no tener una referencia clara ni de distancia ni de ritmos, como comenté anteriormente, el pulsómetro es un instrumento de información y ayuda esencial, eso sí sin olvidarnos nunca de las sensaciones, de esta manera si estamos trabajando, por poner un ejemplo, carrera continua sobre el tiempo de una hora , con ayuda del pulsómetro intentaremos trabajar ritmos cardiacos similares a los que trabajamos con la carrera normal, es decir si un individuo trabaja en un parámetro entre 135-155 pulsaciones en un rodaje, en la elíptica trabajara con esa misma frecuencia como mucho un 10% más bajo no más, con las series aplicaríamos lo mismo pero adaptado a la frecuencia que solemos tener en las series.

La recuperación entre series es la misma que corriendo y lo que hacemos en la recuperación es bajar el ritmo de frecuencia de la elíptica para recuperar y bajar las pulsaciones así prepararnos para el siguiente cambio. Como podéis ver la sistemática de entrenamiento es la misma que la de la carrera normal.

También podemos usar la elíptica para trabajar la potencia, es decir trabajo de fuerza transferido como si fueran cuestas, hoy en día existen elípticas que además de poder poner más o menos resistencia podemos variar los grados de nivel del ángulo de ataque de la zancada pudiendo de esta manera asemejar distintos ángulos de cuesta más liviana o más pendiente dependiendo del tipo de cuestas que queramos entrenar. Se entrenarían igual que en el exterior, si son series cortas subiremos la angulación de ataque. Si son más largas la angulación será menor. Por otro lado, también adecuaremos la resistencia al tipo de entrenamiento de cuestas que estemos realizando.

Aquí tenéis un ejemplo de cómo se transfiere a la elíptica una semana tipo de entrenamiento de running:

 CarreraEquivalente elíptica
Lunes

1h de c.c. + pesas + estira