lunes, junio 25, 2012

Herencia


Herencia

Rom 8:17  Y puesto que somos sus hijos, también tendremos parte en la herencia que Dios nos ha prometido, la cual compartiremos con Cristo, puesto que sufrimos con él para estar también con él en su gloria.
Rom 8:18  Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de ver después.
La herencia de Dios, la misma que obtuvo Jesucristo, pasamos por la misma cruz, recibiremos el mismo premio, no solo en el futuro sino también en esta tierra, la misma gloria, y al versículo 18 nos dice con letras mayúsculas ¡VALE LA PENA!, como aquel que lo vende todo por el terreno del tesoro escondido, por aquel que vende todo por la perla de gran precio, ¡MIL VECES VALE LA PENA!
Jesús nos habla del premio,
Mat 28:18  Jesús se acercó y les habló diciendo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Pedro nos habla del premio,
1Pe 5:10  Pero el Dios de toda gracia,  que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo,  después que hayáis padecido un poco de tiempo,  él mismo os perfeccione, afirme,  fortalezca y establezca.
Pablo nos habla de la necesidad de conocer el premio,
Eph 1:18  que él alumbre los ojos de vuestro entendimiento,  para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado,  cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos  y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,  según la acción de su fuerza poderosa. Esta fuerza operó en Cristo, resucitándolo de los muertos y sentándolo a su derecha en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad,  poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra,  no solo en este siglo,  sino también en el venidero.
Y mil versículos mas… nos hablan de poder, de autoridad, de dominio, de eternidad,  de gracia, hermosura, pero sobre todas las cosas nos hablan de un lugar, cerca de aquel que nos amó, un lugar al que los ángeles no tiene acceso, un lugar de intimidad, el lugar del hijo, aquel que comparte la casa con el rey, aquel que duerme en la misma habitación, conversa y come del mismo plato, Jesús lo dijo:
Joh 14:2  En la casa de mi Padre muchas moradas hay;  si así no fuera,  yo os lo hubiera dicho;  voy,  pues,  a preparar lugar para vosotros. Joh 14:3  Y si me voy y os preparo lugar,  vendré otra vez  y os tomaré a mí mismo,  para que donde yo esté,  vosotros también estéis.
Pablo también lo dijo:
Eph 2:6  Juntamente con él nos resucitó,  y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, Eph 2:7  para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús,
David lo expreso de una forma más inspiradora:
Psa 23:5  Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.

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