jueves, marzo 15, 2012

El Ășnico capaz

 

 

El Ășnico capaz


Sentirse sucio por cometer recurrentemente ese mismo pecado o sentirse incapaz de desprenderte de eso que tanto mal te estĂĄ haciendo, son unas de las sensaciones con las cuales muchas veces nos enfrentamos.
Y es que a veces pareciera que por mĂĄs que queramos dejar algo, cambiar algo u olvidarnos de algo, simplemente no podemos, somos incapaces de lograrlo.
Intentar una y otra vez de vencer esa ĂĄrea de tu vida con la que diariamente luchas y no ver resultados te hace sentir derrotado, pero sobre todo incapaz de lograrlo.
Yo sé que se siente fallar muchas veces en el intento de superar una årea, sé la sensación que hay en nuestra vida cuando nos damos cuenta que somos incapaces de lograrlo. He experimentado la sensación de derrota y en muchas ocasiones hasta de no intentarlo mås y rendirme.
Sin embargo a veces rendirte es la clave, si, rendirte a todo el esfuerzo humano que tĂș estĂĄs haciendo para superar eso que tanto trabajo te cuesta y que hasta hoy no lo habĂ­as podido lograr.
Cuando nosotros nos rendimos de nuestros propios intentos de cambiar y le cedemos el lugar a Dios, y depositamos nuestra confianza en que Él y solo Él es el Ășnico que puede sacarnos de ese lodo en el que muchas veces nos encontramos, es cuando realmente inicia la victoria que todos buscamos.
El salmista David reconoció que el ÚNICO CAPAZ de sacarlo de una situación difícil, era Dios, que no había intento humano más poderoso que lo que Dios es capaz de hacer en nosotros, cuando en Él esperamos y depositamos nuestra confianza en Él.
“Con paciencia esperĂ© que el SEÑOR me ayudara, y Ă©l se fijo en mĂ­ y oyĂł mi clamor. Me sacĂł del foso de desesperaciĂłn, del lodo y del fango. Puso mis pies sobre suelo firme y a medida que yo caminaba, me estabilizĂł. Me dio un canto nuevo para entonar, un himno de alabanza a nuestro Dios. Muchos verĂĄn lo que Ă©l hizo y quedarĂĄn asombrados; pondrĂĄn su confianza en el SEÑOR”.
Salmos 40:1-3 (Nueva TraducciĂłn Viviente)
QuizĂĄ en este momento te sientas hasta cierto punto cansado de luchar contra esa ĂĄrea que hasta este dĂ­a te ha sido difĂ­cil de superar, quizĂĄ has llegado a pensar que no eres digno de ser hijo de Dios, en muchas ocasiones la vergĂŒenza que has sentido delante de Dios es tan grande que has sido incapaz de orar o buscarlo, porque piensas que Dios estĂĄ cansado de ti.
Sin embargo hoy quiero animarte que lo busques, y a que lo hagas con un corazĂłn sincero, a que reconozcas delante de Él tĂș necesidad de que obre en tu vida, a que con las palabras mĂĄs sencillas y sinceras puedas expresarle lo que necesitas que Él haga, estoy seguro que Dios escuchara tĂș clamor y comenzara a actuar en tĂș vida.
Solo deja que esta vez sea Dios quien actuĂ©, deposita tu confianza en Él, tĂș voluntad, tĂș deseo, tus fuerzas y todo aquello con lo que has luchado hasta este dĂ­a y no has podido vencer esa ĂĄrea, dile a Dios que le entregas todo y que esperaras y confiaras en que Él obrara en tu vida de una forma maravillosa.
Te invito a que allĂ­ donde estas repitas esta oraciĂłn conmigo:
“Padre Santo, en esta hora vengo delante de ti en primer lugar reconociendo tu grandeza y tu poder, dando gloria a ti por todo lo que haces y permites, estoy seguro que tu eres Soberano y que tienes todo bajo control, en esta hora reconozco que he estado luchando en mis propias fuerzas, con mis capacidades humanas y me he olvidado de depender de ti. Hoy quiero comenzar de nuevo, quiero rendir mis capacidades y mis fuerzas a ti, para que tĂș las uses de la forma que quieras y me ayudes a vencer esas ĂĄreas de mi vida que tĂș sabes bien que necesito mejorar. AyĂșdame Dios mĂ­o, te necesito, reconozco que mi vida depende de ti, reconozco que tu eres el ÚNICO CAPAZ  de ayudarme a salir de esta situaciĂłn, hoy quiero comenzar a esperar en ti, a confiar plenamente en lo que tu vas a hacer, aumenta mi fe, hazme dependiente de ti, quiero vivir para ti y confiar solo en ti Señor a partir de este dĂ­a dame las fuerzas para vencer cualquier ĂĄrea de mi vida, dame la voluntad, la decisiĂłn, el deseo, el dominio propio para vencer en tĂș Nombre cualquier cosa que se me presente, quiero depender de ti, quiero rendirme a ti, pero sobre todo quiero depositar mi confianza total en que tĂș me ayudaras, ¡AyĂșdame Señor! ¡Haz de mi el siervo o sierva que tu siempre has querido!, ¡Hoy me rindo a ti!, en el Nombre Poderoso de JesĂșs, AmĂ©n.”

¡DIOS ES CAPAZ, solo rĂ­ndete y confĂ­a en Él!

No hay comentarios: