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PARA LEER

GÉNESIS 44

HECHOS 9

LUCAS 21

 

VERSO DEL DÍA

“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”. – Mateo 21:22

 

PARA REFLEXIONAR

Oración + Acción

D.L Moody uno de los más grandes evangelistas que Dios uso en el siglo pasado se convirtió al Señor en el lugar donde trabajaba. Él vendía zapatos en la tienda de su tío y muy de vez en cuando iba a la iglesia de su infancia. El Señor Kimball, fue por un tiempo su profesor en la escuela dominical y siempre lo tuvo en el corazón. Fue este hombre el que se dio la tarea de orar y clamar por la vida de este jovencito. Decidió ser aquel que se pondría en la brecha por otro. No por otros, porque en ese momento sólo tenía en mente una persona. A esa oración le tuvo que agregar un ingrediente mas, y fue la acción.

Él lo relata de la siguiente manera, dice: “Estaba determinado a hablarle de Cristo y de su alma, fue ahí cuando decidí ir a la tienda de zapatos. Cuando estaba por llegar empecé a preguntarme si mejor iba en otra ocasión. De pronto lo debería llamar antes de ir, aunque quizás me diga que no quiere reunirse…” Todos estos pensamientos pasaron por la mente de el Señor Kimball y fue en ese momento cuando se encontró frente a la tienda de zapatos, logró ver al joven Moody al fondo empacando los zapatos. De inmediato se acercó a él, puso la mano sobre su hombro, e hizo lo que él dice que fue una invitación débil para recibir a Cristo. “No recuerdo las palabras que utilicé, solo le expresé de cuanto Cristo lo amaba, y el amor que Cristo quería de él. Ese fue todo el mensaje”.

En ese momento el joven Moody rompe a llorar del amor que sentía de parte de Cristo, allí, al fondo de una tienda de zapatos D.L Moody le entregó su vida a Cristo. Luego se convirtió en el hombre que le predicó a más de 100 millones de personas en el siglo XIX, inició escuelas, fundó universidades y dejo una huella en su generación. Todo porque un hombre, el Señor Kimball, decidió ponerle a su oración acción.

“Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé” (Ezequiel 22:30) Me impacta que dice “busqué entre ellos hombre…” no dice “hombres” pues Dios está en busca de aquella persona dispuesta a renunciar a su mente, emoción y voluntad con tal de cumplir su perfecta voluntad. Existen dos maneras de ponernos en la brecha, la primera es por medio de la intercesión. Esto no se refiere a la oración superficial que muchos conocen, una oración que no pasa del techo de tu casa. Se refiere a la oración que tu haces con corazón consciente, conociendo que de eso depende el futuro de aquella persona, ciudad o nación. Si permitimos que el Espíritu Santo abra nuestra mente para entender las escrituras conoceremos el poder de Dios.

Me encontré con un pasaje que me confrontó bastante, Jesús está hablando a los saduceos y les dice: “Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios” otra versión dice “El error de ustedes es que no conocen las Escrituras y no conocen el poder de Dios.” (Mateo 22:29) En otras palabras, no conocen el poder de Dios precisamente porque no conocen las Escrituras! William Seymore conocía muy bien las escrituras, y sabía que la oración eficaz traería el poder del Espíritu Santo, pues la Escrituras dicen “y recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos…” (Hechos 1:8) Este hombre se apropio de aquella palabra y vio el poder de Dios, fruto de su oración fue el gran avivamiento de la calle Azusa.

Si entendemos lo que dice la palabra de Dios respecto a ponernos en la brecha entenderemos el poder del Espíritu Santo de una manera sobrenatural. A esta oración se le debe agregar el ingrediente que tuvo el Señor Kimball, acción. Se puso en la brecha al entrar a un lugar fuera de la iglesia y llevar el mensaje de Cristo a este joven. Muchas veces esperamos que la gente corra a la iglesia pero es necesario como buenos obreros del Señor ir tras ellos! La mies es mucha y está lista para la cosecha.

Tu serás uno de los que no solo orará sino que actuará para ver resultados.
¡Hoy es tu día!

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