La Deuda fue Pagada
La gran mayoría de personas
alrededor del mundo reflexionan en esta semana en especial sobre la muerte y
resurrección de Jesús, para aquellos que amamos a Dios, sabemos que unos días o
semanas no es suficiente para reflexionar, sino que diariamente tenemos en
nuestra mente y corazón el sacrificio que Jesús hizo por nosotros y como
respuesta a ese hecho maravilloso tratamos de vivir una vida que sea de su
agrado.
Pero aprovechando el corazón
sensible y reflexivo de la gran mayoría de personas en esta época del año,
quiero que hoy reflexionemos un poco sobre la muerte de Jesús.
La Biblia narra un suceso en
especial que se dio cuando Jesús ya estaba crucificado y a punto de morir, las
escrituras dicen lo siguiente:
“Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo,
para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. Y estaba allí una vasija llena
de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un
hisopo, se la acercaron a la boca. Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado
es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu”.
Juan 19:28-30 (Reina-Valera 1960)
Me llama la atención la palabra:
“Consumado es” que en el escrito original de la Biblia que está en griego usa
la palabra: “Tetelestai” que
significa además de lo antes mencionado: está terminado, la deuda esta totalmente
pagada, se termino la labor y el resultado es permanente.
Por esa razón otras versiones la
Biblia dicen lo siguiente:
"Jesús sabía que ya había hecho todo lo que Dios le había
ordenado. Por eso, y para que se cumpliera lo que dice la Biblia, dijo: «Tengo
sed». Había allí un jarro lleno de vinagre. Entonces empaparon una esponja en
el vinagre, la ataron a una rama, y la acercaron a la boca de Jesús. Él probó
el vinagre y dijo: «Todo está cumplido». Luego, inclinó su cabeza y
murió”.
Juan 19:28-30 (Traducción Lenguaje Actual)
O esta otra versión:
“Jesús sabía que su misión ya había terminado y, para cumplir las
Escrituras, dijo: «Tengo sed». Había allí una vasija de vino agrio, así que
mojaron una esponja en el vino, la pusieron en una rama de hisopo y la
acercaron a los labios de Jesús. Después de probar el vino, Jesús dijo: «¡Todo
ha terminado!». Entonces inclinó la cabeza y entregó su espíritu”.
Juan 19:28-30 (Nueva Traducción Viviente)
En los tres casos está bien
traducida la palabra griega: “Tetelestai”,
pues la traducen como: “Consumado es”,
“Todo está cumplido” ó “¡Todo ha terminado!”.
Lo que quiero hoy que
reflexionemos es que la muerte de Jesús pago absolutamente TODO, su muerte fue suficiente para cancelar toda la deuda que
nosotros teníamos, el precio de su sangre compro nuestra vida a través del
perdón de nuestro pecados.
Por esa razón si tú ya le pediste
perdón y recibiste a Cristo en tú corazón tienes que estar seguro o segura que YA FUISTE PERDONADO, porque JESÚS PAGO TODO POR TI.
No permitas que el enemigo te
haga sentir que aun no has sido perdonado o que tus pecados son demasiados
“grandes” como para ser perdonados, no creas a todas las palabras que el diablo
quiera introducir en tu mente, porque Jesús fue claro en decir: “TETELESTAI” es decir: LA DEUDA HA SIDO PAGADA.
Tú vales la sangre de Cristo, no
hay otro precio más grande y valioso que ese, por lo tanto ahora tú perteneces
al Señor, no te dejes manipular por las voces negativas que te dicen lo
contrario, tú aunque te cueste creerlo, eres PERDONADO, TOTALMENTE LIBRE, porque Cristo te ha hecho libre.
Vivamos en esa libertad que Dios
nos otorgo, vivamos cada día agradecidos por el pago que dio por nuestros
pecados, pero sobre todo que nuestra vida sea un testimonio de agradecimiento
total a su obra maravillosa en nosotros.
Y si tú aun no le has entregado
tu vida a Jesús ni le has pedido perdón sincero por tus pecados, te invito a
que puedas allí donde estas, con toda sinceridad de corazón y con conciencia
total de lo que estás haciendo, entregarle tú vida a Él a través de pronunciar las
siguientes palabras:
“Señor Jesús, reconozco que eres Dios y que moriste por mí, en esta
hora te pido perdón por todos mis pecados, te pido perdón por todo el tiempo
que estuve lejos de ti, hoy quiero que me aceptes en tu redil, quiero ser parte
de tu pueblo, toma mi vida y transfórmala según tu voluntad, doblega mi
voluntad y que la tuya se cumpla en mi vida, hoy abro las puertas de mi corazón
y de mi vida a ti, entra, gobierna en mi, reconozco que a partir de este
momento eres mi Señor y mi único Salvador, gracias mi Dios, en el Nombre
Poderoso de Jesús, amén”
Si nunca le habías pedido perdón
a Dios por tus pecados con sinceridad y con conciencia total y hoy pronunciaste
la oración anterior, quiero darte la bienvenida a tu nueva familia, nosotros,
la familia de Dios, que lo tenemos a Él como Padre.
A partir de este momento tienes
que saber y aprender a asimilar que TUS
PECADOS HAN SIDO PERDONADOS, porque Jesús pago por ellos y al entregarle tu
vida a Él y reconocerlo como Señor y Salvador, estas aceptando que también Él
pago por ti y ahora eres totalmente PERDONADO.
No hay nada que Dios no haya perdonado de tu antigua vida, ahora Dios te ha
perdonado y eres totalmente libre.
Ahora vive cada día esforzándote
por agradarlo, nunca desmayes al ver que se te hace difícil, al contrario,
esfuérzate, saca esas fuerzas de donde no hay y recuerda lo que Jesús hizo por
ti: Él murió por ti, ahora tú vive por
Él.
¡Él pago todo, ahora somos libres en Él!
“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
Juan 8:32 (Reina Valera 1960)
“Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede
ir al Padre si no es por medio de mí”.
Juan 14:6 (Nueva Traducción Viviente)
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