El Ășnico capaz
Sentirse sucio por cometer 
recurrentemente ese mismo pecado o sentirse incapaz de desprenderte de 
eso que tanto mal te estĂĄ haciendo, son unas de las sensaciones con las 
cuales muchas veces nos enfrentamos.
Y es que a veces pareciera que por mĂĄs 
que queramos dejar algo, cambiar algo u olvidarnos de algo, simplemente 
no podemos, somos incapaces de lograrlo.
Intentar una y otra vez de vencer esa 
ĂĄrea de tu vida con la que diariamente luchas y no ver resultados te 
hace sentir derrotado, pero sobre todo incapaz de lograrlo.
Yo sé que se siente fallar muchas veces 
en el intento de superar una årea, sé la sensación que hay en nuestra 
vida cuando nos damos cuenta que somos incapaces de lograrlo. He 
experimentado la sensaciĂłn de derrota y en muchas ocasiones hasta de no 
intentarlo mĂĄs y rendirme.
Sin embargo a veces rendirte es la 
clave, si, rendirte a todo el esfuerzo humano que tĂș estĂĄs haciendo para
 superar eso que tanto trabajo te cuesta y que hasta hoy no lo habĂas 
podido lograr.
Cuando nosotros nos rendimos de nuestros
 propios intentos de cambiar y le cedemos el lugar a Dios, y depositamos
 nuestra confianza en que Ăl y solo Ăl es el Ășnico que puede sacarnos de
 ese lodo en el que muchas veces nos encontramos, es cuando realmente 
inicia la victoria que todos buscamos.
El salmista David reconociĂł que el ĂNICO CAPAZ
 de sacarlo de una situaciĂłn difĂcil, era Dios, que no habĂa intento 
humano mĂĄs poderoso que lo que Dios es capaz de hacer en nosotros, 
cuando en Ăl esperamos y depositamos nuestra confianza en Ăl.
“Con paciencia esperĂ© que el SEĂOR me ayudara,
 y él se fijo en mà y oyó mi clamor. Me sacó del foso de desesperación, 
del lodo y del fango. Puso mis pies sobre suelo firme y a medida que yo 
caminaba, me estabilizĂł. Me dio un canto nuevo para entonar, un himno de
 alabanza a nuestro Dios. Muchos verån lo que él hizo y quedarån 
asombrados; pondrĂĄn su confianza en el SEĂOR”.
Salmos 40:1-3 (Nueva TraducciĂłn Viviente)
QuizĂĄ en este momento te sientas hasta 
cierto punto cansado de luchar contra esa ĂĄrea que hasta este dĂa te ha 
sido difĂcil de superar, quizĂĄ has llegado a pensar que no eres digno de
 ser hijo de Dios, en muchas ocasiones la vergĂŒenza que has sentido 
delante de Dios es tan grande que has sido incapaz de orar o buscarlo, 
porque piensas que Dios estĂĄ cansado de ti.
Sin embargo hoy quiero animarte que lo 
busques, y a que lo hagas con un corazĂłn sincero, a que reconozcas 
delante de Ăl tĂș necesidad de que obre en tu vida, a que con las 
palabras mĂĄs sencillas y sinceras puedas expresarle lo que necesitas que
 Ăl haga, estoy seguro que Dios escuchara tĂș clamor y comenzara a actuar
 en tĂș vida.
Solo deja que esta vez sea Dios quien 
actuĂ©, deposita tu confianza en Ăl, tĂș voluntad, tĂș deseo, tus fuerzas y
 todo aquello con lo que has luchado hasta este dĂa y no has podido 
vencer esa ĂĄrea, dile a Dios que le entregas todo y que esperaras y 
confiaras en que Ăl obrara en tu vida de una forma maravillosa.
Te invito a que allĂ donde estas repitas esta oraciĂłn conmigo:
“Padre Santo, en esta hora vengo delante de ti
 en primer lugar reconociendo tu grandeza y tu poder, dando gloria a ti 
por todo lo que haces y permites, estoy seguro que tu eres Soberano y 
que tienes todo bajo control, en esta hora reconozco que he estado 
luchando en mis propias fuerzas, con mis capacidades humanas y me he 
olvidado de depender de ti. Hoy quiero comenzar de nuevo, quiero rendir 
mis capacidades y mis fuerzas a ti, para que tĂș las uses de la forma que
 quieras y me ayudes a vencer esas ĂĄreas de mi vida que tĂș sabes bien 
que necesito mejorar. AyĂșdame Dios mĂo, te necesito, reconozco que mi 
vida depende de ti, reconozco que tu eres el ĂNICO CAPAZ  de ayudarme a 
salir de esta situaciĂłn, hoy quiero comenzar a esperar en ti, a confiar 
plenamente en lo que tu vas a hacer, aumenta mi fe, hazme dependiente de
 ti, quiero vivir para ti y confiar solo en ti Señor a partir de este 
dĂa dame las fuerzas para vencer cualquier ĂĄrea de mi vida, dame la 
voluntad, la decisiĂłn, el deseo, el dominio propio para vencer en tĂș 
Nombre cualquier cosa que se me presente, quiero depender de ti, quiero 
rendirme a ti, pero sobre todo quiero depositar mi confianza total en 
que tĂș me ayudaras, ¡AyĂșdame Señor! ¡Haz de mi el siervo o sierva que tu
 siempre has querido!, ¡Hoy me rindo a ti!, en el Nombre Poderoso de 
JesĂșs, AmĂ©n.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario