Sueñe
grandes sueños con ayuda de Dios
Cuando Jehová
hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan
Sal 126:1
OBJETIVO: Que los hermanos no paren de
soñar y de poner sus sueños delante de Dios este nuevo año.
INTRODUCCIÓN: En los diálogos que
sostienen los protagonistas de "Flahsdance", una conocida película
disco de finales de los ochenta, el propietario de la factoría dice algo como:
"Cuando abandonas tus sueños, mueres...". Una frase cargada con una
profunda filosofía. Tiene tanta vigencia hoy como cuando se estrenó el filme.
Sólo
llegan a sus metas, quienes sueñan. Y alcanzan nuevos peldaños en la escalera
al triunfo, aquellos que –tomados de la mano de Dios—no se dejan vencer pese a
las dificultades. La semana pasada vimos que Jesús hará cosas nuevas en
nuestras vidas este año. Él es el HACEDOR por excelencia y eso incluye nuestros
sueños. Este es un buen año para volver a empezar; a soñar.
DESARROLLO
1) Jabes, un
prototipo de soñador: Sin
que la Biblia especifique mucho respecto a sus orígenes, trascendencia o el
momento en que tuvo un encuentro personal con Dios, encontramos un registro
acerca de Jabes, un soñador de tiempo completo.
Se
caracterizó por ser diferente a sus hermanos. "Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes,
diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor" (1 Crónicas 4:9). Pensaba y
actuaba diferente. Tal como ocurre con aquellos que tienen metas. Se convierten
en piedras de tropiezo para quienes les rodean, en el blanco de sus burlas y
críticas o quizá, objeto de la indiferencia general por el hecho de ir en
contravía. (cf. Gn 37:19 en su contexto)
2) Jabes confió
en un Dios de milagros: Cuando
llegó el momento de llevar sus planes a la presencia de Dios, tenía claro que
el nuestro es un Dios de milagros y que El ama a quienes sueñan grandes sueños.
Pensaba más allá de las cosas, planes y proyectos pequeños que articulaban los
demás. "E invocó Jabes al Dios de
Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio..."
(v.10a).
Igual
usted. Tiene aspiraciones. Pero las abandonó pronto. No olvide que, si ponemos
en manos del Señor nuestras iniciativas, tenemos su ayuda. Para El nada es
imposible, siempre téngalo claro. Es hora de recobrar esos planes y objetivos
olvidados para este año. No pueden continuar en el cuarto del abandono ni en la
bodega del olvido. Desempolve sus sueños, sáquele brillo y preséntelos a su
Dios en clamor y oración ferviente. (Léase Lc 18:1-8)
3) Si Dios con
nosotros ¿Quién contra nosotros?: Humanamente
podemos lograr muchas cosas. Pero mucho más con la ayuda de Dios. "...y si tu mano estuviera conmigo, y me
libraras de mal, para que no me dañe". Si el va con nosotros, si
acompaña nuestros proyectos, seguramente llegaremos a ver construidos nuestros
sueños. (cf. Ro 8:31)
4) Dios nos
otorga lo que pedimos: Si
nuestros sueños, metas y proyectos están conforme la voluntad de Dios, Él nos
los concede. Este hecho se evidenció en la oración de Jabes y la forma como
concluye su registro en la historia bíblica. "...Y le otorgó Dios lo que pidió" (v.10b).
APLICACIÓN: Nunca deje de soñar. Es
probable que el relato haya tocado su vida. Si es así, recuerde que iguales
posibilidades tiene usted. Sólo basta que no deje de soñar. Todo aquello que
anhelamos puede convertirse en realidad. Basta que perseveremos, que no
salgamos corriendo ante los primeros fracasos, que confiemos en el Dios de
milagros en quien hemos creído y que El puede traernos bendición incluso en
aquellas circunstancias que nosotros consideramos adversas.
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