Las TICs y la accesibilidad
Las TICs no sólo nos pueden servir para favorecer el acercamiento de
los sujetos a la realidad y a los entornos educativos, sino que también, por
su configuración, realización y diseño, pueden dificultar su interacción para
determinados sujetos con discapacidades específicas; es entonces cuando hablamos de los problemas de accesibilidad.
Problemas que pueden
venir por diferentes aspectos, que irán desde las características y peculiaridades del hardware, el software empleado o la configuración y diseño
que hagamos de los programas.
Estamos de acuerdo con Berruezo (2007) cuando nos señala que tres
son las características que las TIC deben tener para que sean de ayuda a
las personas que presentan algún tipo de discapacidad: ser “accesibles
(que permiten ser utilizados por una amplia gama de personas), más “amigables” (que resultan atractivos, motivadores, cómodos y fáciles de usar)
y más útiles (que se adaptan a las demandas específicas de cada actividad) (Berruezo, 2007:223-224).
Como hemos visto en los diferentes apartados anteriores, una solución puede venir por la creación de periféricos específicos, o programas
concretos, en función de las necesidades de los sujetos. Y otra por ir tomando decisiones para la configuración y diseño de los programas, sobre
todo de Internet, para que puedan ser fácilmente utilizables por todos los sujetos, independientemente de sus características. Si en la primera parte
de mi trabajo nos hemos referido a las soluciones primeras, ahora nos
centraremos en las segundas.
De forma general podemos decir que en las últimas décadas se han
desarrollado diferentes proyectos en Europa para potenciar el acceso de
todos los ciudadanos a una sociedad de la información sin barreras en
general, y la creación de una red accesible para todos, en particular. Ya en
agosto de 2002 la Comisión Europea adoptó el proyecto “Europe 2002:
Accesibilidad de los sitios de Internet público y sus contenidos”, y que está
sirviendo para poner las bases y llamar la atención respecto a la creación
de materiales institucionales más accesibles para todos los sujetos. Proyecto que, dicho sea de paso, está teniendo diferentes reflejos en distintos
países latinoamericanos.
Digamos que de lo que se trata no es el hacer una Internet accesible
para un determinado colectivo, sino más bien realizar espacios web que
sean accesibles para todas las personas, independientemente de las
discapacidades que puedan tener, o su grado. Como señala Torres (2007:
205) al referirse a la accesibilidad web: “consiste en que todas las personas tengan acceso a la web y a sus contenidos, independientemente de
sus limitaciones personales, del tipo de hardware, software, equipo de
navegación, dispositivo de acceso, idioma y cultura y que puedan entender y usar correctamente sus contenidos”.
Para realizar páginas y contenidos web accesibles, diferentes instituciones y consorcios nos aportan distintos consejos para ello. Posiblemente el más significativo a nivel internacional sea “Word Wide Web Consortium”
(W3C) (http://www.w3.org), que persigue tres objetivos fundamentales:
• Promover tecnologías que faciliten el acceso a la web, atendiendo a
las diferentes culturas, lenguajes, recursos y limitaciones físicas de
los usuarios de todos los continentes.
• Desarrollar un programa “la web semántica” que permita el mayor
aprovechamiento de los recursos de la red.
• Guiar el desarrollo tecnológico respetando los nuevos aspectos jurídicos, comerciales y sociales que han emergido con esta tecnología.
Una serie de elementos pueden dificultar la utilización de los sitios
web por sujetos con determinados tipos de discapacidades, siendo algunos de ellos los siguientes:
• Pantallas con excesiva información, que lleven a amplios desplazamientos.
• Incorporación de imágenes, vídeos y animaciones, y no incorporación de elementos alternativos de descripción mediante comandos
“alt” por ejemplo, o clip de audio.
• Pantallas con excesiva carga gráfica.
• Bajo contraste en la combinación de colores.
• Las ventanas no pueden ser redimensionadas.
• Términos sin sentido para algunos discapacitados para referirse a
los hiperenlaces o hipertextos, como por ejemplo: “presiona aquí” o
“pincha aquí”.
• Tablas y cuadros en columnas paralelas.
• Limitado uso de las teclas de atajo.
• Elevadas conexiones entre pantallas, lo que propicia la desorientación.
Referencias
AGENCIA EUROPEA PARA EL DESARROLLO DE LA EDUCACIÓN ESPECIAL
(2001). Aplicación de las nuevas tecnologías (nntt) a las necesidades educativas especiales (nee). Alemania, Agencia Europea para el Desarrollo de la
Educación Especial, http://www.european-agency.org/site/info/publications/
agency/ereports/10.html (4/01/2008).
BERRUEZO, P.P. (2007). “Las TIC y la inserción laboral de los discapacitados”, en
CABERO, J.; CÓRDOBA, M. y FERNÁNDEZ, J.M. (coords): Las TICs para la
igualdad. Nuevas tecnologías y atención a la diversidad. Sevilla, Eduforma,
219-242.
CABERO, J. (2004). “Reflexiones sobre la brecha digital y la educación”, en
SOTO, F.J. y RODRÍGUEZ, J. (coords.): Tecnología, educación y diversidad: retos y realidades de la inclusión social. Murcia, Consejería de Educación y Cultura, 23-42.
CABERO, J. (2006). “Nuevas aportaciones de las TIC: su relación con las Inteligencias Múltiples”. Comunicación y Pedagogía, 210, 13-19.
CABERO, J. (2007). “Comunidades virtuales para el aprendizaje. Su utilización en
la enseñanza”. Eduweb, 1, 5-22.
CABERO, J. y LLORENTE, M.C. (2006). La rosa de los vientos. Sevilla, Grupo de
Investigación Didáctica.